BREVE HISTORIA DEL TAROT

El Tarot es un juego de cartas que se usa para “adivinación”. Está compuesto de 22 Arcanos Mayores o triunfos que representan un compendio de arquetipos y 56 Arcanos Menores, compuestos de cuatro palos y cuatro figuras.

El origen de las barajas, como juego de naipes con cuatro palos, es oriental, chino o indio. Son introducidas en occidente por los Cruzados en el siglo XIII. Un par de siglos después aparece el primer Tarot como tal, el Tarot Bembo o Tarot Visconti- Sforza. En él aparecen, además del juego de los cuatro palos, el primer juego de Arcanos Mayores. Ilustrado por Bonifacio Bembo para celebrar las unión de estas dos casas tan poderosas a través del matrimonio de Bianca María Visconti y Francesco Sforza en 1441 en Cremona, Lombardía.

Dicen que Bembo, estuvo influenciado por Gemistus Pletho, estudioso del neoplatonismo. Las cartas de este Tarot están aún sin numerar, ni titular. Se conservan 11 ejemplares incompletos y faltan Arcanos (el Diablo y la Torre, en los Mayores).

En este Tarot se rinde homanaje a Manfreda Visconti, primera Sacerdotisa de los Naipes, que fue quemada viva en el año 1300 al encabezar una herejía que la nombró Papisa. Es representada con la triple corona papal y vestida con el hábito franciscano, hay quien dice que se insinua un vientre fecundado. Como curiosidad apuntar que el director de cine Visconti es descendiente de esta familia.

Bianca María Visconti y Francesco Sforza
Pintados por Bonifacio Bembo

Desde un principio la simbología del Tarot se define a través de muchas cartas femeninas y este espíritu se acentuará aún más en el de Marsella. El Tarot es muy paritario en su representación del ser humano y no da supremacía al varón sobre la mujer. De ahí que se cree tanta controversia sobre su origen, ¿acaso alguna escuela de pensamiento ha dado igualdad a ambos sexos?.

Volviendo a la historia, se cree que posteriormente se introdujo en el sur de Francia tras la conquista de Milán por las tropas francesas en 1499.

Esto lo apoyaría la etimología de la palabra Tarot. Viene del francés tarot, y esta del italiano tarocco (RAE), corroborando así este viaje de nacimiento italiano y madurez francesa.

También hay que considerar la hoja Cary, datada entre el 1450 y el 1500, en Milán. Ni siquiera es un Tarot, sino una prueba de imprenta de una parte de un mazo, antes de cortarla y colorearla. Salen 6 cartas completas y 14 en fragmento. Aunque este si parece tener más la funcionalidad de juego de naipes. Las ilustraciones se acercan más al Tarot de Marsella.
Siguen sin tener nombre, ni número, dicen que la encontraron en el  Castello Sforzesco.
Ya en Francia hay varios Tarots, de los que destacaría el de Noblet, 1650 en Paris y el de Dodal, 1700 en Lyon. Ya las cartas están numeradas  y nombradas y son barajas más consistentes. Hasta que en 1760, Nicolás Conver grabó en madera de peral el Tarot de Marsella, que podríamos decir que es el Tarot de los Tarots, completo, redondo y acabado.

El nombre de Tarot de Marseille, es moderno. En los años 30 del siglo XX, el cartomante francés Paul Marteau, dió este nombre colectivo a las barajas fabricadas en Marsella.

Resumiendo mucho, durante los siglos XIX y comienzos del XX, muchos estudiosos del ocultismo como Eliphas Lévi o Papus se interesaron por el uso y el estudio del Tarot; pero es la legendaria Orden del Amarecer Dorado, la Golden Daw, la que lo lleva a los modos del siglo XX. Dos de sus miembros auspician dos barajas muy interesantes. El Tarot Raider Waite, editado en 1910 y puesto muy de moda por los hippies y seguidores de la Nueva Era en USA durante los años 70. Primer Tarot en el que se ilustran individualmente los Arcanos Menores al estilo de los Mayores. Y el Tarot de Aleister Crowley. Mago inglés, poderoso, temerario y controvertido, sobre el que se podrían escribir varias novelas. Lady Frieda Harris dibuja una baraja, siguiendo sus directrices. En ella reune el saber de muchos oráculos. I Ching, geomancia, teoría de los Eones, Cábala, etc. Es de destacar la ausencia de reyes en este mazo y muchas variaciones y matices, el Juicio lo define el Eón, la Templanza el Arte, la Justicia el Ajuste, la Fuerza el deseo, el Mundo el Universo… Alaister Crowley era un estudioso de la Teoría de los Eones. En nada haré una entrada al respcto.

Destacaría para acabar, ya a finales del siglo XX, la recuperación del Tarot de Marsella, fruto de la restauración de aquellas planchas de madera de peral, por Jodorowsky y Camoin, recuperando colores y formas originales y los estudios que han publicado tras esa investigación.

Por otro lado el Tarot a lo largo de su evolución ha ido recogiendo multitud de mitos, leyendas y arquetipos:

El viajero del mito de Sir Perceval (Loco)
El charlatán, el cirujano barbero, Merlín (Mago)
La diosa Isis, la virgen María, la mujer que concibe hijos sin necesidad de varón (Papisa)
La madre (Emperatriz)
El padre (Emperador)
La sociedad, Amón (Papa)
El hombre abandonando el hogar para formar uno propio o la lucha entre el vicio y la virtud (Enamorado)
El Emperador yendo a la guerra (Carro)
La Justicia, la diosa Temis de la mitología griega y Maat en la egipcia (Justicia)
El sabio (Ermitaño)
El azar, los ciclos (Rueda de la Fortuna) “Regnabo, regno, regnavi, sum sine regno” cuya traducción es una antigua máxima: Reinaré, reino, he reinado, carezco de reino.
Hércules, el león, dominado por la ninfa Ónfale. La Diosa Cibeles. (Fuerza)
Odin se autosacrifica a si mismo en el árbol llamado Igdrassyl y le son dadas las runas o Jesucristo en el Gólgota, Buda renuncia a su reino. El sacrificio que da la sabiduria (Colgado)
El ave Fénix (Muerte)
El ángel de la Templanza que transmuta el agua. (Templanza)
Dionisos asimilado a Pan o Cernunnos, el dios astado de los celtas, la demonización del anterior dios del anterior eón (Diablo)
La Torre de Babel que desafía la ira de Dios. (Torre)
Lo que está arriba: (La Estrella), ¿la diosa del próximo eón?, (La Luna) y (el Sol), con los hermanos-primos Juan y Jesús.
El Juicio Final, contado en Egipto, en la Biblia, en el Ocaso de los Dioses, Götterdämmerung. (Juicio)
El Tetramorfos, los cuatro elementos, Anima Mundi de la Alquimia. (El Mundo)